Hinchazón facial, dolor oral e hinchazón, saliva con sangre, dificultad para tragar, presión y dolor ocular, enfermedad respiratoria o dificultades para respirar y masa blanda en desarrollo situada en el cuello (cervical)

Traumatismos, objetos extraños en la boca, heridas por mordedura o cirugías en el canal auditivo suelen ser los causantes más habituales de esta condición.

El veterinario realizará una exploración física para detectar el problema. Pueden realizarse analíticas de sangre y de orina para descartar otras posibles causas.

Para solucionar el problema se realiza un drenaje no quirúrgico de la zona inflamada. Normalmente se recetan antibióticos que deberán administrarse en paralelo para reducir la inflamación y evitar infecciones.

El pronóstico suele ser bueno. Es necesario limpiar y cuidar la zona del drenaje.