Fiebre, artritis, dolor, letargo, tos, neumonía, acumulación de pus (abscesos) y dificultad para tragar debido a la hinchazón.
Las infecciones estreptocócicas se refieren a infecciones ocasionadas por bacterias del género Streptococcus spp, organismos oportunistas que residen normalmente en la microflora, genitales o en el tracto respiratorio del animal, pero que pueden ocasionar una infección limitada o septicemia.
La especie Streptococcus canis es el patógeno más común en perros. Los cachorros y los perros de edad avanzada son susceptibles a desarrollar la enfermedad, dado que su sistema inmunológico está menos desarrollado.
Fiebre, artritis, dolor, letargo, tos, neumonía, acumulación de pus (abscesos) y dificultad para tragar debido a la hinchazón.
Las enfermedades estreptocócicas pueden transmitirse de madre a hijo desde el tracto vaginal en el parto o con una exposición reciente al organismo a través de una herida o procedimiento quirúrgico.
Tras preguntar por el historial médico y los síntomas, el veterinario realizará un examen físico. Después solicitará un perfil sanguíneo completo para conocer el estado de salud general del perro que revelará altos niveles de glóbulos blancos, indicativos de una infección. También, se aislará una muestra para realizar un cultivo bacteriano e identificar el agente infeccioso.
El veterinario recetará antibióticos, preferiblemente penicilina, e hidratación como parte del tratamiento contra las infecciones estreptocócicas.
La rehidratación es importante para restaurar el cuerpo con líquidos y ayudar al perro a recuperarse de la infección bacteriana.