Infección viral intestinal (Rotavirus) en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

El rotavirus bicaterio es uno de  los agentes etiológicos más importantes de la enfermedad diarreica severa en los perros. Provoca malestar gastrointestinal y, en casos extremos, alteraciones en las paredes de los intestinos.  

Los cachorros de hasta 12 semanas son más propensos a las infecciones provocadas por este virus. Esto es debido a que sus sistemas inmunológicos aún no están suficientemente desarrollados. Por ello, la mejor protección para los cachorros es la lactancia de una perra inmune ya que así adquieren  los anticuerpos necesarios contra este virus.

No obstante también pueden verse afectados perros adultos que viven en entornos de excesivo estrés.

Síntomas

Diarrea acuosa, deshidratación, pérdida de peso extrema, falta de apetito, fatiga y letargo.

Causas

El contagio de este virus se produce normalmente a través del contacto con materia fecal contaminada.

Diagnóstico

El veterinario tiene que discriminar entre otras afecciones como parvovirus, coronavirus, astrovirus etcétera. 

Además de pruebas de laboratorio como análisis de muestras de tejido o exploración de las heces bajo el microscopio, se deben realizar otras como una técnica bioquímica llamada ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas. Otra técnica utilizada en diagnósticos es la denominada aislamiento del virus. 

El diagnóstico definitivo para detectar el rotavirus y los anticuerpos que haya podido producir, requerirá examinar las vellosidades intestinales (los pelos pequeños que recubren el intestino) y otras células dentro la pared intestinal. 

Tratamiento

El tratamiento consistirá en el alivio sintomático de la diarrea del perro y, al mismo tiempo ayudarle a reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos.  La dieta también tiene que ser cambiada por otra que ayude al perro a aliviar sus molestias intestinales. Generalmente no se prescriben antibióticos.

Es muy importante que los niños y bebés estén alejados de los perros infectados ya que existe riesgo de contagio. Además, si se manipula la materia fecal de un animal infectado es imprescindible usar guantes de látex y desinfectar la zona en la que vive el perro.