Colapso frecuente, parálisis, dolor severo en el cuello y la espalda. Intolerancia al ejercicio.
La inestabilidad atlantoaxial resulta de una malformación en las dos primeras vertebras en el cuello del animal. Esto hace que la médula espinal se comprima y provoque dolor e incluso debilitamiento. Generalmente, esta malformación se encuentra en razas pequeñas. Si el trastorno no se trata a tiempo, a menudo conduce a un traumatismo agudo de la medula espinal, paro respiratorio y la muerte.
Colapso frecuente, parálisis, dolor severo en el cuello y la espalda. Intolerancia al ejercicio.
La causa más común de la inestabilidad atlantoaxial es una formación anormal de ligamentos en las vértebras del animal, que a menudo conduce a fracturas. También puede originarse como consecuencia de un accidente, especialmente en razas de perros pequeños.
El veterinario buscará signos de traumatismo, convulsiones, tumores, intolerancia al ejercicio o hernia de disco. La radiografía de la columna vertebral servirá para observar lesiones en el cuello. Asimismo, la tomografía computarizada permite ver estructuras de los tejidos blandos en el cuello y columna vertebral.
Al tratarse de dolores leves en el cuello, se puede recomendar un aparato ortopédico; en cambio, si se experimentan dolor de cuello junto a otros síntomas neurológicos, es recomendable la intervención quirúrgica. El enfoque dorsal implica el uso de un alambre para corregir la anomalía. El enfoque ventral implica el uso de un injerto óseo para la remediar el daño.
Reposo absoluto posterior a cualquier cirugía, restringiendo el movimiento para garantizar su recuperación total. Posteriormente, la rehabilitación física beneficiará también las funciones neurológicas. Evite que su perro salte desde estructuras altas para reducir cualquier riesgo de lesión en cuello y columna vertebral.