Falta de apetito, pérdida de peso, depresión, diarrea con esfuerzo, tos, dificultad para respirar asociada con sonidos pulmonares fuertes, incapacidad para hacer ejercicio, ganglios linfáticos agrandados, cojera, cambios en los ojos y la piel, fiebre de hasta 40 grados, encías pálidas y membranas mucosas húmedas, decoloración amarillenta de las encías y otros tejidos corporales, agrandamiento del hígado y el bazo.