Los síntomas más evidentes de los perros con hipotensión son fatiga, mareos, desmayos, despresión, náuseas, respiración rápida y sed excesiva.
La presión arterial baja es una condición médica que puede comprometer el funcionamiento de órganos vitales. Suele considerarse hipotensión cuando la presión sistólica es inferior inferior a 80 / 90 mm. La presión sistólica es presión arterial en las arterias cuando los ventrículos se contraen que siempre es mayor a la presión arterial diastólica que es cuando los ventrículos del corazón se dilatan.
Los síntomas más evidentes de los perros con hipotensión son fatiga, mareos, desmayos, despresión, náuseas, respiración rápida y sed excesiva.
Las causas de hipotensión primaria son desconocidas, no obstante se cree que hay un componente o factor hereditario que la provoca.
Por otro lado, la hipotensión secundaria representa el 80% de los casos de presión arterial baja y puede estar causada por:
El diagnóstico se realiza con un esfigmomanómetro o un dispositivo de Doppler. El veterinario podría completar el diagnóstico con otras pruebas que ayuden a detectar las posibles causas. Lo más usual es realizar analíticas de sangre y pruebas de imagen. Un electrocardiograma también será útil para detectar problemas cardíacos.
Es importante empezar el tratamiento cuanto antes porque una presión arterial baja puede provocar daños irreparables en algunos órganos. Una presión arterial baja continua provoca que los tejidos no reciban el oxígen necesario para su buen funcionamiento y hay que actuar antes de que se dañen órganos importantes.
El tratamiento suele tener un buen pronóstico siempre que no esté causado por una enfermedad grave y siempre que se trate con urgencia. Si el veterinario considerara que hay que volver a la normalidad con urgencia, optará por la fluidoterapia y administrará líquidos por vía intravenosa para aumentar rápidamente la presión arterial. En casos severos también se podría recetar soporte con oxigenoterapia para mejorar la oxigenación. Si la situación no fuera grave, optará por utilizar medicamentos como los vasopresores para contraer los vasos sanguíneos y aumentar la presión. Una vez recuperada la presión arterial, lo habitual sería tratar la causa subyacente.
El veterinario probablemente también recomiende un cambio de dieta.