Diente rugoso con superficie irregular del esmalte, dientes con picaduras, decoloración y posible exposición de la dentina subyacente (apariencia marrón clara). Rápida acumulación de placa (bacterias, película alimenticia, células muertas de la piel y mucina) y cálculos (fosfato de calcio y carbonato de calcio mezclados con materia orgánica). Posible gingivitis y/o enfermedad periodontal de las encías acelerada.

Las causas normalmente son enfermedades o lesiones producidas durante el periodo de formación del esmalte de los dientes. Enfermedades como el moquillo o condiciones como la fiebre continuada pueden provocar que el esmalte no sea el adecuado.

La hipocalcificación suele detectarse durante una exploración oral. Los dientes afectados por la hipocalcificación suelen tener una coloración característica con la presencia de manchas blancas, amarillentas o hasta marrones.

El veterinario realizará radiografías para determinar cómo están los dientes del perro. Prestará especial atención a las raíces.

Lo más habitual es proteger los dientes con una corona o un agente adhesivo protector. Antes, el veterinario tendrá que frotar y quitar el esmalte en malas condiciones.

También será aconsejable prescribir un tratamiento de flúor para disminuir la sensibilidad y aumentar fuerza del esmalte. Hay que seguir las pautas del veterinario porque el flúor podría ser tóxico para tu perro si no se aplica en las dosis y forma correcta.

Si el veterinario detectara infección, también podrían ser necesarios antibióticos y medicamentos para el dolor.