Los síntomas más usuales son:
- Aumento de apetito
- Aumento de sed y micción
- Alopecia
- Jadeo
- Letargo
- Distensión abdominal
- Debilidad muscular
- Moretones en la piel
- Signos de insuficiencia hepática
La hepatopatía vacuolar sucede cuando los hepatocitos o las células del hígado experimentan cambios reversibles, debido a la acumulación de vacuolas o depósitos de glucógeno. El glucógeno se acumula en el hígado normalmente por un uso exagerado de medicamentos esteroides.
Los medicamentos esteroides o corticoesteroides son aquellos similares a las hormonas básicamente utilizados para regular muchas funciones corporales. Los más conocidos son la prednisona o la hidrocortisona.
Los síntomas más usuales son:
Administración fármacos (por ejemplo glucocorticoides), infecciones crónicas, hiperadrenocorticismo, hiperplasia suprarrenal atípica, cáncer y causas congénitas.
El veterinario primero preguntará por el historial médico del gato y por los síntomas detectados. Después solicitará un perfil químico de sangre, un hemograma completo y un análisis de orina acompañado de un examen físico completo. En las analíticas una elevada presencia de enzimas hepáticas o un colesterol alto podrían ser síntomas de la hepatopatía vacuolar.
El veterinario podrá tomar una muestra de tejido vivo para enviarla al patólogo para una evaluación adicional, que a menudo revelará la presencia de vacuolas en las células hepáticas y cambios relacionados con esta acumulación anormal. Las biopsias también ayudan a descartar otras enfermedades del hígado.
Las radiografías abdominales, radiografías torácicas y la ecografía abdominal servirán para identificar el tamaño del hígado así como también el tamaño de los ganglios linfáticos, metástasis y cambios del tejido hepático. El veterinario también buscará trastornos cardíacos o pulmonares.
Debido a la naturaleza reversible de esta condición, el tratamiento temprano podría resolver el problema por completo. El tratamiento dependerá de lo que haya causado la presencia de vacuolas en los hepatocitos o células del hígado.
Si hay masas hipofisarias, el veterinario podría recomendarle la radioterapia para destruir estas masas. Si hay tumor, podrá ser extirpado mediante una intervención quirúrgica. En caso infecciones, se administrarán antibióticos. Y en caso de contraindicaciones a algunos fármacos se buscarán sustitutivos.
El gato requerirá exámenes de seguimiento regulares después del tratamiento para evaluar la función hepática del animal. Es posible que deba seguir una dieta especializada. El pronóstico depende de la extensión de la enfermedad no obstante, en algunos pacientes, el pronóstico puede ser malo a pesar del tratamiento.