Dependen de la fase de desarrollo.
La hiperaguda (muy grave) presenta fiebre, problemas del sistema nervioso central, colapso de los vasos sanguíneos y trastornos de la coagulación. La muerte ocurre con frecuencia en cuestión de horas.
La etapa aguda (grave) presenta fiebre, letargo, vómitos, diarrea, hígado agrandado, dolor abdominal, anorexia, líquido abdominal, inflamación de los vasos, puntos rojos y hematomas de la piel, ganglios linfáticos agrandados y en algunas ocasiones inflamación del cerebro (encefalitis no supurativa).
La infección no complicada desarrolla letargo, fiebre transitoria, amigdalitis, vómitos, anorexia, diarrea, hígado agrandado y dolor abdominal.
Y la infección en etapa tardía en el 20% de los casos dará lugar a inflamación ocular e hinchazón de la córnea de cuatro a seis días después de la infección.