Hepatitis canina infecciosa: Adenovirus 1 en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La hepatitis infecciosa canina es una enfermedad viral causada por el adenovirus canino CAV-1, virus que ocasiona daños en los órganos principalmente en el hígado, riñón, ojos y células endoteliales. Después de la exposición oral u olfatoria, el virus se localiza en las amígdalas los primeros 4-8 días. Luego se propaga hacia el torrente sanguíneo y se localiza en las células de Kupffer y en el endotelio del hígado. El virus CAV-1 aprovecha los macrófagos (células de Kupffer) para su replicación y propagación, afectando los hepatocitos adyacentes. Durante su etapa infecciosa, el virus se vierte en las heces y saliva, haciéndolo contagioso a otros perros. 

En un perro sano con una respuesta adecuada de los anticuerpos, las partículas virales podrán eliminarse de los órganos en un plazo de 10-14 días. Sin embargo, permanecerán localizados en los riñones, donde el virus continuara siendo expulsado en la orina durante 6-9 meses. Caso contrario, donde no hay una respuesta satisfactoria de los anticuerpos, se producirá una hepatitis crónica y que por lo general, resulta en lesión ocular citotóxica. 

No hay predisposición asociada a razas o géneros al virus no obstante,  los perros de menos de un año de edad están más propensos a padecerla. 

Síntomas

Dependen de la fase de desarrollo. 

La hiperaguda (muy grave) presenta fiebre, problemas del sistema nervioso central, colapso de los vasos sanguíneos y trastornos de la coagulación. La muerte ocurre con frecuencia en cuestión de horas. 

La etapa aguda (grave) presenta fiebre, letargo, vómitos, diarrea, hígado agrandado, dolor abdominal, anorexia, líquido abdominal, inflamación de los vasos, puntos rojos y hematomas de la piel, ganglios linfáticos agrandados y en algunas ocasiones inflamación del cerebro (encefalitis no supurativa). 

La infección no complicada desarrolla letargo, fiebre transitoria, amigdalitis, vómitos, anorexia, diarrea, hígado agrandado y dolor abdominal. 

Y la infección en etapa tardía en el 20% de los casos dará lugar a inflamación ocular e hinchazón de la córnea de cuatro a seis días después de la infección.

Causas

Contacto con el adenovirus infeccioso CAV-1.

Diagnóstico

Debe proporcionar un historial completo a su veterinario, indicando la aparición y naturaleza de los síntomas así como si su mascota estuvo en contacto con otros perros o si jugó en espacios abiertos, donde hubiese podido estar en contacto con heces infectadas. A continuación, se realizará un examen físico completo acompañado de un perfil bioquímico, un hemograma completo (CSC), análisis de orina y un panel de electrolitos. También, deberán realizarse otras pruebas para confirmar el diagnóstico de la hepatitis como las pruebas de coagulación de la sangre, serología para anticuerpos contra CAV-1, aislamiento y cultivo del virus. 

Adicionalmente, la radiografía abdominal revelará si el hígado esta agrandado y si hay acumulación de líquido en la cavidad del hígado. También, la ecografía abdominal puede brindar una vista más detallada del hígado y si este sufre necrosis.

Tratamiento

Si la infección se encuentra en una etapa temprana  y no presenta complicaciones, el tratamiento puede administrase de forma ambulatoria. Con todo, su perro podrá ser hospitalizado para administrarle terapia de líquidos y componentes sanguíneos para la coagulopatía. Asimismo, se le suministrará nutrición intravenosa parcial durante un máximo de cinco días o total si su perro no tolera la alimentación oral. El veterinario recetará antibióticos y/o reductores de líquido según sea necesario. 

El veterinario programará visitas de seguimiento para controlar el estado de líquidos, electrolitos, acido-base y coagulación. Durante su recuperación, debe alimentar al perro con alimentos altamente digestibles, además de garantizar el reposo absoluto en un lugar alejado de los niños y otros perros. La prevención de esta infección requiere de la vacuna entre las 6-8 semanas, La vacunación inicial es seguida por dos inyecciones de refuerzo administradas con un intervalos de 3-4 semanas hasta que su mascota alcanza las 16 semanas de edad, con un refuerzo adicional administrado al año.