Hematuria en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Denominamos hematuria cuando hay presencia de sangre en la orina. No es una enfermedad, pero sí un signo de un problema subyacente.


Síntomas

En pacientes con cáncer, se puede palpar una masa durante el examen físico. En los perros machos, una próstata agrandada y / o dolorosa puede sentirse durante el examen físico, y el dolor abdominal será evidente en algunos pacientes.

Los pacientes con un trastorno de la coagulación de la sangre pueden presentar hemorragias cutáneas subdérmicas, afecciones conocidas como petequias y equimosis, que aparecen como hematomas.

Causas

La hematuria en perros puede tener múltiples causas. Las más habituales son:

  • Problemas en las vías urinarias: inflamaciones, infecciones, cálculos, tumores, traumatismos o malformaciones.
  • Problemas renales: cálculos, enfermedades infecciosas o parasitarias, traumatismos, o inflamaciones.
  • Problemas genitales: inflamaciones de la vagina, de la próstata o del útero. Infecciones, traumatismos o neoplasias.
  • Alteraciones en la sangre que afecten a la capacidad de coagulación.
Diagnóstico

El veterinario tendrá que determinar la causa para un correcto tratamiento. En el diagnóstico empezará con un examen físico pero serán clave las pruebas analíticas.

Lo primero sería realizar un hemograma completo para detectar alteraciones en glóbulos rojos, blancos y la función plaquetaria (coagulación). También es muy útil un análisis bioquímico para valorar el funcionamiento renal.

También se recomienda un análisis de orina con tiras colométricas, refractómetro y análisis de sedimentos en el microscopio para detectar elementos extraños.

Finalmente, también son útiles las pruebas de imagen para detectar cálculos, tumores o alteraciones morfológicas. En caso de detectar un tumor lo normal será obtener una biopsia.


Tratamiento

El tratamiento dependerá de lo que esté causando la hematuria.

En caso de que la hematuria esté provocada por una infección, entonces se prescribirán antibióticos y antinflamatorios.

Si la causa fueran los cálculos, lo habitual será tratar de disolverlos mediante dietas alimenticias y suplementos. En los casos más graves también se puede requerir el uso de medicamentos o la cirugía para eliminar los cálculos.

Y si la causa fueran trastornos de coagulación, lo habitual sería tratarlo con medicamentos.

Sea cual sea la causa, es importante que el perro descanse y que beba agua en abundancia.