Vómitos, dolor abdominal, diarrea, deshidratación, falta de apetito, ruidos del intestino, pérdida de peso y debilidad. La mayoría de los casos permanecerá sin ningún síntoma.
Aunque la bacteria Helicobacter pylori es un problema importante en la salud de algunas personas, en los perros no está demostrado que tenga una afectación gástrica clara. En condiciones normales el Helicobacter habita en el intestino del perro y no es perjudicial.
En los perros, las especies encontradas han sido el Helicobacter Rappin, Salomonis, Felis y Heilmanni. Estas bacterias se encuentran en la mucosa del estómago y las cavidades glandulares.
Vómitos, dolor abdominal, diarrea, deshidratación, falta de apetito, ruidos del intestino, pérdida de peso y debilidad. La mayoría de los casos permanecerá sin ningún síntoma.
Las causas de la infección por Helicobacter en perros no están claras. De todas formas, la bacteria se encuentra principalmente en el sistema digestivo por lo que se cree que es de transmisión oral y fecal. Hay que vigilar mucho el agua que bebe el perro porque probablemente sea la principal vía de transmisión.
Para el diagnóstico, normalmente se utiliza un endoscopio para captar imágenes del aparato digestivo. Mediante la técnica conocida como PCR (reacción en cadena de polimerasa) puede detectarse la presencia del Helicobacter en el aparato digestivo y determinar la especie concreta.
También puede confirmarse la presencia de la bacteria tomando una muestra de tejido y analizando la muestra en el microcopio. De todas formas, la presencia de la bacteria no implica ninguna infección grave.
En la mayoría de casos no hay que hacer nada. En las personas se trata porque puede desencadenar un cáncer de estómago pero en los perros sólo se trata en los casos que provoca vómitos o malestar estomacal.
Para tratarlo lo primero sería probar una dieta de fácil digestión. Y si los síntomas persistieran entonces se podrían prescribir antibióticos que se suministrarían durante unas 2 semanas. Una vez finalizado el tratamiento sería conveniente que el veterinario efectuara el correspondiente seguimiento para asegurar que no quedan bacterias en el tracto digestivo.