- Bultos y crecimientos en la boca
- Mal aliento
- Hipersalivación
- Dientes sueltos
- Dificultad para comer
- Sangre en la boca
- Pérdida de peso
Los fibrosarcomas son tumores cancerosos que se desarrollan en los tejidos fibrosos. Cuando aparecen en la boca, los encontramos en las encías y por ello también se denomina fibrosarcoma gingival.
Son tumores poco agresivos que no suelen afectar a otros órganos. Crecen en zonas colindantes y suelen aparecer a partir de los 7 años.
Se desconocen.
Tendrá que explicar cuándo aparecieron los primeros síntomas y el veterinario realizará una exploración física en busca de bultos en la boca. Si detectara alguna anomalía, el veterinario realizará una radiografía del cráneo para definir el tamaño del tumor y si ha afectado al hueso.
Finalmente el veterinario tomará una muestra del tumor para una biopsia que confirme la enfermedad.
También sería necesario descartar que el tumor se haya extendido aunque sea raro en estos casos. El veterinario examinará también los ganglios linfáticos y los pulmones para descartar la expansión.
Si el tumor es pequeño, se puede solucionar con criocirugía (se elimina el tumor por congelación). En estos casos, no requerirá hospitalización y tan solo habría que modificar la dieta para que después del tratamiento el gato no tuviera dificultades en masticar (sería recomendable una dieta blanda).
Si el tumor fuera mayor, entonces sí sería necesaria la cirugía y extraer el tumor y parte del hueso circundante. En estos casos es habitual extirpar parte de la mandíbula y el gato deberá permanecer hospitalizado unos días y ser alimentado por vía intravenosa. Después, una vez recuperado, el gato tendrá que aprender a masticar la comida compensando la parte de la mandíbula que le haya sido extraída.
En ambos casos, para aliviar el dolor, es muy probable que se receten analgésicos.
Si el tumor no se pudiera operar, entonces el veterinario recurriría a la radioterapia o a la quimioterapia.