Los trastornos hepatobiliares primarios y secundarios – los que se refieren al hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares o la bilis – se asocian generalmente con la necrosis hepática variable. Sin embargo, la insuficiencia hepática aguda por necrosis hepática grave es un fenómeno poco común.
La insuficiencia hepática aguda puede afectar al cuerpo a través de una serie de fallos del sistema:
- Gastrointestinal: vómitos, diarrea o sangre en las heces
- Sistema nervioso: encefalopatía hepática (enfermedad cerebral relacionada con la insuficiencia hepática)
- Hepatobiliar: ictericia, necrosis de las células del hígado y de las vías biliares.
- Renal: los túbulos del riñón pueden ser dañados por las toxinas
- Inmunológico: complicaciones de coagulación.