A veces, de manera inconsciente y queriendo dar lo mejor para nuestro gato, le ofrecemos suplementos vitamínicos. Hay que tener mucho cuidado con la composición de estos productos, pues es posible que estén formulados con unos niveles de hierro elevados y peligrosos.
El hierro es un nutriente esencial para la salud de un gato, ahora bien, en exceso, puede llegar a ser extremadamente tóxico. Es posible que el gato entre en estado de shock o de coma. Y además puede dañar al sistema digestivo, al hígado, al corazón y a las células del gato.
Se considera intoxicación cuando el gato ha ingerido una dosis superior a 50-100 mg / kg.
Si le ofrecemos a nuestra mascota suplementos alimentarios es necesario que estos sean adecuados a su edad, tamaño y estado de salud.
Síntomas
La toxicidad por hierro se produce en los gatos en cuatro etapas separadas.
Etapa I (0-6 horas)
Etapa II (6-24 horas): Aparente recuperación
Etapa III (12-96 horas)
Etapa IV (2-6 semanas): Obstrucción gastrointestinal por estenosis
Causas
Exceso de hierro en el cuerpo del gato
Diagnóstico
El veterinario preguntará por el historial médico, por los síntomas detectados y si sospechara de la intoxicación por las últimas comidas del gato. A continuación realizará una exhaustiva exploración física y una analítica de sangre y orina para conocer el estado de salud general del gato. Los niveles anormalmente altos de hierro en la sangre aparecerán en la analítica que incluirá perfil de sangre química y conteo sanguíneo completo.
Mediante imágenes de diagnóstico se podrá determinar si es posible eliminar lo que el gato haya ingerido antes de que llegue al torrente sanguíneo en caso de que la intoxicación se haya debido a una ingesta accidental.
Tratamiento
El gato recibirá un tratamiento de administración de líquidos en grandes cantidades para corregir la acidosis que el exceso de hierro produce en el torrente sanguíneo.
Las pastillas de hierro no absorbidas se eliminarán con medicamentos que induzcan al vómito y si esto no es posible, mediante un lavado de estómago. Este procedimiento se realiza bombeando lentamente una solución salina en el estómago para limpiarlo. El contenido se elimina en pequeñas cantidades usando otro tubo.
Hay que controlar las enzimas sanguíneas y las enzimas hepáticas del gato después del tratamiento para asegurar su recuperación. También es importante observar cualquier signo de obstrucción gastrointestinal.