El tratamiento dependerá de las causas. Si es alérgico se tratará con antihistamínicos, corticoides, vacunas contra la alergia y evitando el contacto con el alérgeno. También pueden recetarse vitaminas para fortalecer el sistema inmunitario.
Si fuera un resfriado o una infección respiratoria se prescribirán antibióticos, antinflamatorios y quizás baños de vapor.
Si el gato tuviera algún objeto extraño en las vías, el veterinario podría tratar de llegar a él con unas pinzas para desobstruir las vías respiratorias. Si no fuera posible acceder al objeto extraño podría ser necesaria una cirugía.
Si la causa fuera una infección de dientes o de encías, esto se tratará con antibióticos y si fuera necesario el veterinario podría decidir extraer el diente infectado.
Por último, el veterinario realizará una cirugía si la causa fuera un tumor o un pólipo que hubiera que extirpar.