Se caracteriza por la aparición de una pequeña masa en el ojo. La masa o nódulo puede ser liso, indoloro, rosado o de color tostado. En algunos casos, la inflamación puede estar más extendida, causando que el ojo del perro se enrojezca e irrite. El perro puede sufrir dolor en los ojos, mostrar signos de incomodidad, frotarse los ojos con frecuencia, tener secreciones o incluso cerrar el ojo afectado.