Los gatos son especialmente sensibles a los piretroides. Cuando son tratados con productos concentrados que contienen piretrina, suelen desarrollar temblores musculares, descoordinación, convulsiones, hipertermia y muerte en cuestión de horas si no se trata la toxicidad. Los productos con fenotrina de aplicación puntual pueden producir signos clínicos similares pero menos graves. Muchos de estos productos han sido discontinuados debido a estas reacciones tan comunes. Otros síntomas se basan en el tipo de reacción que sufre el gato, como por ejemplo:
- Reacciones alérgicas: urticaria, congestión, picor o dificultad respiratoria.
- Otras reacciones: salivación excesiva, temblores, depresión, descoordinación, diarrea o vómitos.