El diagnóstico dependerá de la velocidad en la que se aborde el problema. Lo ideal sería inducir rápidamente al vómito si se viera al gato comer una rata o el cebo de una trampa. Además de inducir al vómito también habría que acudir rápidamente al veterinario por si se produjeran problemas de respiración. Sería conveniente estar preparado por si hubiera que aplicar respiración artificial si el gato no fuera capaz de respirar. El veterinario también suministrará relajantes musculares para que los espasmos musculares no dificulten la respiración.
Una vez tratado de emergencia para asegurar la respiración, el veterinario realizará un lavado de estómago y aplicará fluidos y medicamentos para estimular que el veneno se expulse por la orina.