Envenenamiento en perros por anticongelantes
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Bueno

El 95% de los anticongelantes llevan una toxina denominada etilenglicol que hace que su ingesta sea letal. No es necesaria una gran cantidad de anticongelante para envenenar a un perro de tamaño mediano (aproximadamente unos 88 ml).

Por ello hay que vigilar los líquidos anticongelantes que tenemos en casa ya que con leves pérdidas del radiador, del coche en el parking o un envase mal cerrado puede acabar acarreando un fatal desenlace. La intoxicación afecta al cerebro, el hígado y los riñones.

Síntomas

A corto plazo náuseas, vómitos, temblores, falta de coordinación, contracciones musculares, temblores de la cabeza, falta de reflejos, rápidos movimientos del globo ocular y aumento de la sed y la orina. A largo plazo temperatura corporal baja, falta de apetito, úlceras orales, salivación, babeo en exceso y riñones hinchados.

Causas

La ingesta de anticongelantes con etilenglicol. 

El etilenglicol tiene un sabor dulce y suele gustar a los perros.  Para evitar su ingesta hay que evitar que estén al alcance de los perros o buscar anticongelantes que en vez de etilenglicol utilicen propilenglicol que no es tóxico (a pesar de ello tampoco debe estar al alcance de los perros).

Diagnóstico

Es muy importante que el veterinario vea lo antes posible al perro porque evitará que el cuerpo absorba el etilenglicol. Lo ideal es que no pasen más de 5 horas.

Si el perro vomita o tiene diarrea es importante llevar una muestra al veterinario porque podrá analizarla y confirmar el diagnóstico rápidamente. Si no, el veterinario preguntará por los síntomas y el historial veterinario del perro y realizará un perfil completo de sangre y un análisis de orina. 

También ayudará unas ecografías de los riñones para detectar cualquier anomalía causada por el etilenglicol.

Tratamiento

No suele haber problemas si el tratamiento se realiza antes de que aumenten los niveles de urea u otros desperdicios en sangre. 

El tratamiento siempre perseguirá que el cuerpo no absorba el etilenglicol. En este sentido, se administrarán fluidos intravenosos para prevenir la deshidratación y favorecer la eliminación vía orina del etilenglicol.

También puede inducir al vómito del perro con peróxido de hidrogeno (nunca más de 3 cucharadas). Esto sólo es válido si no hace más de 2 horas que se ha ingerido el anticongelante. Y es mejor acudir al veterinario para forzar el vómito porque puede ser contraproducente. 

Si no llegamos a tiempo y el perro presenta elevados niveles de urea y desechos nitrogenados en sangre y en los riñones hay que actuar para evitar la insuficiencia renal. Habrá que corregir los trastornos de fluidos y promover la eliminación de la urea por la orina. Es recomendable una diálisis peritoneal para eliminar productos de desecho. El proceso en estos casos puede ser largo (2 semanas aproximadamente).