Dificultad para respirar, debilidad, inestabilidad, sangrado en la nariz, en las encías, en el vómito y en las heces, moratones y hematomas debajo de la piel, ascitis (hinchazón del vientre) debido a la acumulación de sangre en el abdomen.

Ingestión de veneno para roedores. Podría ser que no hubiese este tipo de productos en casa pero el perro podría encontrarlo en el exterior o que no haya entrado en contacto directo con el veneno pero que lo hubiese ingerido al matar a un roedor. 

Otra causa de toxicidad por anticoagulantes es la ingestión heparina que es un medicamento bastante usual en el tratamiento de algunas personas.

Primero el veterinario preguntará por síntomas y actividades recientes. El veterinario preguntará por los sitios dónde ha estado el perro y tendrá que valorar la posibilidad de que haya estado en contacto con veneno para ratones.

Si creyera que el perro ha podido sufrir una intoxicación primero verificará el tiempo que tarda en coagular la sangre.

Si el veterinario tuviese una muestra del medicamento o veneno sería de gran ayuda para el diagnóstico. También las heces o vómitos son útiles para un correcto diagnóstico.

Si el perro sufre una hemorragia repentina habría que realizar una transfusión urgente de sangre. La vitamina k se utiliza como antídoto con inyecciones para que la coagulación de la sangre vuelva a ser normal.

En este caso, a diferencia de la mayoría de las intoxicaciones, no se debe inducir al vómito porque algunos venenos pueden causar más daño al volver por el esófago que al entrar.