Prurito (o picor), lesiones circunscritas con frecuencia ulceradas, pérdida de cabello, piel roja o hinchazones.
Los trastornos alérgicos generalmente se desarrollan después de que un perro ha alcanzado la edad de dos años y, si afecta a la piel, suelen producir picor. Las alergias pueden causar diferentes problemas en la piel: enrojecimiento, caspa, costras, zonas ulceradas o hinchazón entre otras.
Prurito (o picor), lesiones circunscritas con frecuencia ulceradas, pérdida de cabello, piel roja o hinchazones.
Las causas más comunes son: alergias alimentarias, alergias a picaduras o alergias ambientales.. En muchos casos existe predisposición genética.
El veterinario realizará un examen físico exhaustivo con examen dermatológico en el cual se tomarán muestras de piel para un estudio histopatológico. Los raspados de piel se examinarán bajo el microscopio para encontrar acumulaciones de eosinófilos. El veterinario también puede realizar cultivos con las muestras de piel para detectar la presencia de bacterias y hongos.
Adicionalmente, el veterinario también realizará exámenes de perfil sanguíneo, conteo sanguíneo completo, panel de electrolitos y análisis de orina para conocer el estado general de salud del perro.
La mayoría de los animales con enfermedades de piel provocadas por alergias pueden ser tratados de forma ambulatoria, a menos que la afección sea grave.
Para comprobar si la alergia es alimentaria, habría que sustituir la dieta del perro durante 8 a 10 semanas con carnes altas en proteína, como cordero, cerdo, venado o conejo. Después se reestablece la dieta y se observa si vuelven a aparecer las lesiones. Si se reprodujeran ya sabríamos que el perro es alérgico a alguno de los componentes. Para averiguar qué ingrediente es el causante de la alergia, se irían incorporando uno a uno en la dieta y se tendría que ir observando la reacción cutánea. Si no hay reacción es que el perro no es alérgico. Es importante añadir uno a uno los ingredientes para tener claro cuál o cuáles son los que provocan el problema.
Las alergias ambientales pueden identificarse mediante pruebas cutáneas intradérmicas en donde el veterinario inyecta pequeñas cantidades de alérgenos. Una reacción positiva está indicada por el desarrollo de una colmena o roncha en el sitio. Se recetarán medicamentos antiinflamatorios para el alivio inmediato de la hinchazón e inflamación.
Si el origen de la causa es la picadura de un insecto, habría que averiguar cuándo y qué produjo la picadura.