Enfermedad renal causada por múltiples quistes en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

La aparición de quistes (sacos cerrados con aire, líquido o materiales semisólidos) en el tejido funcional de los riñones provoca la enfermedad renal poliquística.

En principio no es una condición muy grave pero sí debe tratarse con urgencia para evitar que el quiste se desarrolle y acabe en una sepsis o intoxicación de la sangre.

Síntomas

La enfermedad poliquística del riñón puede ser difícil de detectar en las etapas iniciales. Los quistes a menudo permanecen sin ser detectados hasta que se vuelven lo suficientemente grandes y numerosos como para contribuir a la insuficiencia renal o al agrandamiento del abdomen. La mayoría de los gatos no presentan ningún síntoma durante las etapas iniciales de formación y crecimiento de los quistes.

Una vez que la enfermedad ha progresado, se pueden detectar durante una palpación abdominal.

La mayoría de los quistes renales no son dolorosos, por lo que es posible que el gato no presente ninguna molestia, pero la infección secundaria asociada a los quistes puede dar lugar a una molestia posterior.

Causas

Se desconocen las causas aunque parece que influyen factores genéticos y del entorno. También parece que algunas hormonas como la paratiroidea o la vasopresina predisponen a la aparición de quistes en los riñones.

Diagnóstico

El veterinario primero realizará una palpación para ver si los riñones están inflamados. La ecografía abdominal también ayudará a detectar la presencia de quistes. Y se podría acompañar por un análisis de sangre y de orina que también permite saber si la presencia de los quistes ha provocado también una infección bacteriana.

La prueba concluyente se obtiene con la evaluación de fluidos obtenidos por aspiración con una aguja fina de los fluidos del riñón.

Tratamiento

Hoy en día los quistes renales no se pueden eliminar y lo que hay que hacer es controlar la enfermedad. Lo más habitual es eliminar periódicamente los líquidos de los quistes con una aguja y recetar medicamentos para tratar complicaciones secundarias como la infección bacteriana. Si no se produce una sepsis asociada el pronóstico es bueno pero requiere un seguimiento de por vida.