- Desmayos
- Ritmo cardíaco extremadamente rápido (se acerca a 400 a 500 latidos por minuto)
- Respiración acelerada en reposo
El síndrome de Wolff-Parkinson-White es un enfermedad rara en gatos que ocurre cuando hay una vía alternativa a la habitual para comunicar los impulsos eléctricos a los ventrículos y ello causa una preexcitación ventricular. Esto suele causar taquicardias o un latido acelerado del corazón porque la vía alternativa activa antes de tiempo los ventrículos que normalmente también reciben por la vía habitual un segundo estímulo para la contracción.
El síndrome de Wolff-Parkinson-White puede asociarse a defectos cardíacos congénitos o adquiridos: defectos congénitos de conducción de los latidos del corazón, agujero entre las dos aurículas, displasia valvular tricúspide (defecto congénito en la válvula) o miocardiopatía hipertrófica adquirida.
El veterinario preguntará por el historial médico y por la aparición de los síntomas, así como posibles incidentes que ocasionaron la afección. A continuación, el veterinario realizará un examen físico completo junto a un perfil bioquímico sanguíneo, hemograma, análisis de orina y panel de electrolitos.
Para medir los latidos y detectar una posible preexcitación de los ventrículos, el veterinario ordenará un electrocardiograma. Además, el diagnóstico será complementado con una ecocardiografía para evidenciar la presencia de una cardiopatía estructural comúnmente relacionada con el síndrome Wolff-Parkinson-White.
En caso de que el gato presente preexcitación ventricular pero no sufra taquicardias, no necesitará tratamiento. No obstante, si el gato padece del síndrome Wolff- Parkinson- White, requerirá de cardioversión eléctrica con un desfibrilador eléctrico.
Una técnica recientemente empleada es la ablación cardíaca, método que consiste en la cicatrización o destrucción de las vías accesorias mediante un catéter transvenoso colocado en el sitio de la vía en el corazón.
La mayoría de las mascotas con el Síndrome responden bien a la terapia para la taquicardia supraventricular. El veterinario recomendará reducir la actividad física del gato. Asimismo, se coordinarán visitas de monitoreo para vigilar de cerca la salud del animal.