El perro recibirá un tratamiento de administración de líquidos en grandes cantidades para corregir la acidosis que se esté produciendo en el torrente sanguíneo.
Las pastillas de hierro no absorbidas se eliminarán con medicamentos que induzcan al vómito y si esto no es posible, mediante un lavado de estómago.
Este procedimiento se realiza bombeando lentamente una solución salina en el estómago para limpiarlo. El contenido se elimina en pequeñas cantidades usando otro tubo.
Hay que controlar las enzimas sanguíneas y las enzimas hepáticas del perro después del tratamiento para asegurar su recuperación. También es importante observar cualquier signo de obstrucción gastrointestinal
Después de un episodio de intoxicación por exceso de hierro, el veterinario programará visitas de seguimiento para analizar y controlar los niveles de hierro en sangre.