La terapia inicial consiste en oxigenoterapia, nitrato y reposo absoluto en jaula. Al encontrarse estable, se realizará una cirugía. La cirugía ha evolucionado mucho y para cerrar la conexión hoy en día ya es posible utilizar herramientas de precisión que son poco invasivas y muy eficaces.
En general suele tener un buen resultado pero dependerá del tamaño del agujero y del momento de diagnóstico. Lo ideal es operar cuanto antes para que afecte lo menos posible a la estructura del corazón. Tras la operación, el gato necesitará dos semanas de reposo absoluto para recuperarse de la corrección quirúrgica. Dado el carácter hereditario de la enfermedad, lo mejor es castrar a la mascota.
Dado el carácter hereditario de la enfermedad, lo mejor es esterilizar al gato para evitar que críe.