Intolerancia para el ejercicio, fatiga o mareos, insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) y líquido en el tórax o el abdomen (hinchazón en el abdomen o pecho).
Se trata de un defecto cardíaco de carácter congénito. En estos casos, se desplaza la apertura de la válvula tricúspide (situada en el lado derecho del corazón, entre la aurícula y el ventrículo derechos) hacia el vértice del ventrículo derecho del corazón. Está anomalía está asociada a diversos grados de estrechamiento anormal de un vaso sanguíneo, lo que se conoce como estenosis o insuficiencia tricúspide.
Intolerancia para el ejercicio, fatiga o mareos, insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) y líquido en el tórax o el abdomen (hinchazón en el abdomen o pecho).
Es hereditario.
El veterinario preguntará por el historial médico del perro y los síntomas detectados. Además, también realizará un análisis exhaustivo al animal que incluya análisis bioquímico, de orina y hemograma completo. Se realizarán además radiografías del pecho buscando que, efectivamente, la aurícula y el ventrículo derecho están ampliados. Los perros con la enfermedad también deberían tener el riñón agrandado.
Mediante un ecocardiograma se mostrará una imagen en ultrasonidos del movimiento del corazón y las estructuras que lo rodean. Para el diagnóstico definitivo, será preciso realizar al perro un electrocardiograma que mida la presión sobre el corazón de nuestro perro.
En algunos casos puede utilizarse la cirugía para reemplazar la válvula tricúspide. El veterinario determinará si es una opción válida. En cualquier caso, se pueden utilizar tratamientos paliativos. Si la insuficiencia es en el lado derecho, deberá reducirse el consumo de alimentos que contengan sodio.
El plan de medicación, comidas y actividad del perro debe ser establecido y monitorizado cuidadosamente por el veterinario. Todas estas medidas irán encaminadas a fortalecer el corazón del perro.