La decoloración intrínseca se caracteriza por factores secundarios que se producen en el interior del diente, decolorando la dentina. La decoloración extrínseca, por su parte, se produce cuando el pigmento exógeno se acumula en la superficie de los dientes. Es decir, la causa de la decoloración es de una fuente externa, más que de una condición física. Los síntomas comunes asociados con ambos tipos de decoloración incluyen:
- Coloración anormal de uno o más dientes
- Diente fracturado
- Esmalte picado (la cubierta brillante del diente) con manchas
- Anillos o líneas de decoloración alrededor de uno o más dientes