El tratamiento se adecuará a la causa que haya provocado la diarrea. Si existen problemas de deshidratación, se le suministrará al perro una terapia de fluidos.
La dieta se cambiará si se determinan intolerancias o alergias. Los alimentos recomendados serán bajos en grasa y altamente digestivos. Si se trata de una enfermedad, el veterinario recetará la medicación más apropiada. Ahora bien, si el perro tiene un objeto extraño en los intestinos o un tumor, la cirugía normalmente será imprescindible.
Una vez establecido el tratamiento hay que comprobar si el perro responde y volver al veterinario inmediatamente si vemos que no mejora.
Atención: los parásitos que producen diarrea también pueden afectar a las personas así que mucho cuidado.