Los síntomas suelen ser
- Cojera inmediata que se caracteriza por el músculo específico afectado
- Hinchazón y calor
- Dolor localizado
- Cambio de comportamiento
- Reducción de la actividad.
Las fibras de los músculos pueden romperse por un traumatismo, un movimiento brusco o un esfuerzo excesivo. La estructura muscular puede verse comprometida por afecciones sistemáticas que se repiten. La ruptura puede darse en el medio del músculo o en la unión musculo y tendón.
Los músculos de las extremidades y los músculos masticatorios son las principales estructuras afectadas.
Los síntomas suelen ser
Las causas de la ruptura o el desgarro muscular pueden ser traumas, sobretensión de los músculos, miositis o inflamación y miopatía (enfermedad neuromuscular secundaria a afecciones médicas).
El veterinario realizará un examen físico exhaustivo en busca de evidencias. Para el diagnostico visual, incluirá rayos X y ultrasonidos para evidenciar defectos y translocaciones de fragmentos óseo, hinchazón y perturbación de la fibra muscular normal.
La resonancia magnética se puede usar para buscar edemas, hemorragias y para localizar la causa del problema. El veterinario igualmente podrá hacer una biopsia del musculo afectado para detectar la presencia de tejido fibroso y pérdida de células musculares.
El veterinario también evaluará las articulaciones del gato en busca de inestabilidad articular o mala alineación que pueda provocar problemas musculares.
El tratamiento consistirá básicamente en la reparación muscular con atención inmediata en la lesión con la aplicación localizada de frío seguido de calor y posteriormente, fisioterapia. Los analgésicos y antiinflamatorios deben usarse durante varios días o semanas para controlar el dolor y la inflamación. Se debe restringir la actividad durante unas 4-6 semanas. Podrá ser necesario el uso de dispositivos ortopédicos internos o externos para aliviar la tensión.
La cirugía será indicada para reparar la ruptura muscular y dependerá del tipo de lesión. Por ejemplo, la contractura del manguito rotador responde bien a la escisión quirúrgica del tendón de inserción mientras que la contractura de los isquiotibiales y cuádriceps tiene una tasa de recurrencia del 100% tras la cirugía.
La fisioterapia pasiva sin carga de peso puede ser beneficiosa para la recuperación.