Los síntomas dependerán de la causa subyacente del trastorno. Algunos de los más comunes incluyen:

• Incremento de sed
• Micción excesiva
• Incontinencia urinaria

Las causas pueden ser múltiples:

• Fármacos
• Traumatismo
• Liberación excesiva de hormonas
• Tensión del riñón
• Mal funcionamiento de la hormona antidiurética (HAD)
• Daño túbulo renal

El veterinario si sospechara de la hipostenuria utilizará las tiras reactivas. Si se detectara una densidad urinaria menor 1006 gr por litro ya podremos decir que el gato sufre de hipostenuria.

Una vez localizado el problema, el veterinario deberá analizar la capacidad de funcionamiento normal del riñón para eliminar normalmente los deshechos. Y para ello el veterinario realizará una ecografía donde se fijará en el tamaño y la arquitectura de los riñones.

El tratamiento dependerá de la causa subyacente. Lo primero que tenemos que decir es que aunque el gato orine más de lo normal y la orina esté diluida, nunca se tiene que restringir el acceso al agua a menos que lo recomiende el veterinario para poder analizar o diagnosticar el problema.

Durante la recuperación, el veterinario querrá controlar el equilibrio electrolítico, la deshidratación y la correcta función renal. Los tres aspectos son muy importantes y si algo no fuera bien podría poner en peligro la vida del gato.