Enrojecimiento, úlceras/llagas, costras, agrietamiento de almohadillas, dolor al caminar y endurecimiento de la piel. Afecta al hocico, ojos, genitales, patas y almohadillas.

Se asocia a un desequilibrio nutricional. Normalmente faltan aminoácidos o ácidos grasos esenciales y zinc.

También podría haber anomalías metabólicas causadas por niveles altos de glucagón que es una hormona producida por el páncreas para controlar el nivel de glucosa. 

El veterinario realizará un análisis de sangre completo que podría reflejar algún desajuste en los niveles de hormonas o insulina.

También debería realizar una ecografía para ver si hay una enfermedad hepática avanzada.

A pesar de las pruebas anteriores, lo que realmente es determinante son las biopsias.

El tratamiento puede ser ambulatorio como la mayoría de problemas cutáneos. Normalmente un champú especial para eliminar costras podría bastar.

El problema es si va asociado a une enfermedad hepática crónica e irreversible en cuyo caso se complica la solución y tiene un mal pronóstico.