Picazón, hinchazón y erupciones o abultamientos en las zonas en contacto con el suelo (en la zona de pelo no existente porque queda protegida).

Existen múltiples sustancias que se han reportado como irritantes en perros. Las más usuales son: las plantas, los herbicidas, los tejidos, los plásticos, el caucho, las alfombras, los jabones, los metales, el cuero, los insecticidas o los detergentes.

El veterinario realizará un examen físico y un análisis de sangre y de orina para descartar otras posibles causas de la dermatitis. Se fijará mucho en la boca y las patas que son las zonas que normalmente entran en contacto con elementos externos.

Si realmente sospecha que la dermatitis está causada por una sustancia irritante, lo primero que deberá hacer es tratar de identificarla. Lo más habitual es pegar parches en la piel con sustancias que puedan haber provocado la dermatitis. El veterinario espera 48 horas y evalúa entonces cualquier posible reacción.

En los casos más graves y urgentes se puede realizar biopsias de la piel que se analizarán en el laboratorio.

Una vez definida la sustancia irritante, lo que habrá que hacer es evitar que el perro vuelva a entrar en contacto y bañar al perro con champús hipoalergénicos para eliminar la sustancia de la piel.