Es una enfermedad dermatológica pruriginosa crónica bastante extendida. Se debe a una hipersensibilidad frente a alérgenos ambientales que provoca picor en el gato.
Como consecuencia de un excesivo rascado aparecen las lesiones en el gato. Es difícil de detectar porque el gato se acicala de forma bastante regular.
La enfermedad se suele detectar los 3 primeros años de edad.
Síntomas
A menudo, los síntomas asociados con la dermatitis atópica empeoran progresivamente con el tiempo, aunque se hacen más evidentes durante ciertas estaciones. Provocan principalmente lesiones como falta de pelo, costras, inflamaciones, heridas, lamido excesivo u otitis principalmente en:
Causas
Contacto con un alérgeno
Diagnóstico
El veterinario realizará un examen físico pero la dermatitis causada por alérgenos es difícil de diferenciar de las dermatitis por hipersensiblidad alimentaria o por otros parásitos.
El veterinario utilizará la técnica de diagnóstico diferencial y realizará preguntas sobre los síntomas y tratará de intuir si se repite algún factor en las dermatitis. Por ejemplo, si la dermatitis se repitiera de forma periódica sería un indicador de que podría estar causada por alérgenos. Una biopsia de piel también puede ayudar a descartar otras enfermedades.
Tratamiento
El principal reto para el veterinario será tratar de controlar el prurito, o sea el picor del gato. Para ello, el veterinario puede utilizar fármacos como la ciclosporina, el oclacitinid o la prednisolona
El tratamiento recomendado dependerá básicamente del estado de salud del gato y de la severidad de la enfermedad.