Degeneración de retina en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La degeneración de la retina está caracterizada por la pérdida de funcionabilidad de los bastones y conos que forman parte de su estructura, conduciendo a problemas en la visión y ceguera.  

La retina recubre el ojo por la parte posterior y actúa cómo cámara para el cerebro. En la retina hay unas células, los fotorreceptores, cuya misión es captar la luz, colores y formas. Después esta información se envía al cerebro que la decodifica a través del nervio óptico. Estos fotorreceptores se dividen en dos: los bastones y los conos.

Existen distintos trastornos asociados a la degeneración de la retina, entre ellas:

  • la atrofia progresiva de retina, que son enfermedades que empeoran con el tiempo
  • la atrofia progresiva central de la retina que es una enfermedad ocular que conduce a la pérdida de la visión central
  • la lipofuscinosis ceroide neural que es un trastorno del sistema nervioso con inflamación y/o cambios en algunas células de la retina.
  • la hemeralopía que es la incapacidad para ver claramente con luz brillante


Síntomas

La ceguera nocturna que progresa a la ceguera en la luz y:

  • Pupilas dilatadas
  • Incapacidad de ver claramente con luz brillante
  • En algunas condiciones, sólo se puede perder la visión central y el gato puede seguir conservando la visión periférica
  • La pupila (apertura del ojo) tiene reacciones anormales a la luz
  • La estructura de la retina parece anormal cuando el médico la examina con un oftalmoscopio

La atrofia progresiva de la retina (PRA) es el desarrollo anormal de las células sensibles a la luz en la retina y se observa en los gatos abisinios. La atrofia progresiva temprana de la retina puede ocurrir a los tres o cuatro meses de edad hasta los dos años de edad. Los signos clínicos de la atrofia retiniana progresiva tardía se observan en gatos de más de cuatro a seis años de edad.


Causas

Son muchos los factores de riesgo que pueden ocasionar la degeneración de la retina en gatos. Algunas veces la causa es hereditaria y otras tienen causas subyacentes como el glaucoma, la inflamación cicatricial, traumatismos, trastornos metabólicos, cáncer, deficiencia de vitamina A o E, agentes infecciosos, intoxicaciones, síndrome de degeneración retiniana adquirida repentina y reacciones adversas a medicamentos.

Diagnóstico

El veterinario preguntará por el historial médico y por e l inicio de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber provocado la afección. Las pruebas de diagnóstico estándar incluyen un perfil químico de sangre, un hemograma completo, un panel de electrolitos y un análisis de orina para descartar otras enfermedades subyacentes o concurrentes. 

Las pruebas estándar irán acompañadas de un examen oftalmológico completo, empleando un microscopio con lámpara de hendidura para observar de cerca la retina en la parte posterior del ojo a fin de detectar anomalías. Adicionalmente, se podrá medir la actividad eléctrica de la retina y, mediante rayos X, tomografía computarizada y resonancia magnética se detectará los efectos de las anomalías hormonales. 

Si se sospecha de un problema hereditario, también se pueden realizar pruebas genéticas.

Tratamiento

No existen aún tratamientos eficaces para la degeneración de la retina. No hay ningún medicamento para revertir la degeneración retiniana y por ello es muy importante una detección precoz para tratar de frenar a tiempo su avance. La cirugía no está indicada en estos casos. 

Los gatos que se han quedado ciegos por culpa de esta afección no sufren dolor y pueden llevar una vida bastante normal porque aprenden a desarrollar otros sentidos que les permiten compensar en gran parte las carencias de la vista.