Los síntomas que se desarrollan en el paciente dependen en gran medida de la causa subyacente que lleva a la pancitopenia. Algunos síntomas de la leucopenia (bajo recuento de glóbulos blancos) incluyen episodios repetidos de fiebre e infecciones frecuentes o persistentes. Algunos síntomas de la anemia debida al bajo recuento de glóbulos rojos son la lentitud y la palidez de las encías.

El bajo recuento de plaquetas debido a la trombocitopenia puede provocar pequeños hematomas en el cuerpo, conocidos como hemorragia petequial, o sangrado de los tejidos húmedos del cuerpo, conocido como sangrado de la mucosa.

Otros síntomas generales pueden incluir letargo, hemorragias (sangrado nasal o en la orina) y fiebre.

La pancitopenia puede ocurrir por hepatitis, por la ehrlichiosis (infección bacteriana transmitida por la garrapata), por envenenamiento, por cáncer de médula ósea o por anemia aplásica (la médula ósea no produce glóbulos rojos).

El veterinario realizará un examen físico después de conocer el historial médico de su mascota. Además, realizará un hemograma completo, perfil bioquímico, análisis de orina, pruebas inmunológicas y un examen de la medula ósea.

El tratamiento dependerá de la afección subyacente que esté provocando la pancitopenia. El gato podrá recibir transfusiones de sangre para compensar los niveles de glóbulos rojos. También podrá ser necesaria una terapia intensiva con antibióticos y fármacos para estimular la producción de neutrófilos (glóbulos blancos que combaten infecciones) y medicamentos para estimular la producción de eritrocitos. 

Tras el tratamiento inicial, se llevarán a cabo controles frecuentes de temperatura corporal y recuento de células sanguíneas. Según la gravedad, la mascota podrá recibir atención hospitalaria en terapia intensiva hasta que logre estabilizar los valores normales. 

Durante la recuperación, deberá restringir la actividad física del gato y mantenerlo alejado de otros animales.