Ninguno, o aquellos causados por cálculos renales concomitantes: dificultad para orinar, sangre en la orina, orinar con frecuencia o letargo y anorexia.

Podemos encontrar diversas circunstancias que expliquen la presencia de cristales en la orina:

• Infecciones bacterianas. La bacteria Escherichia coli afecta a las vías urinarias y si la infección se prolonga en el tiempo facilita la acumulación de minerales.
• Predisposición genética. Hay razas más propensas que otras a acumular residuos minerales en la orina.
• Estilo de vida (salidas para orinar). Si el perro sale a menudo a orinar, la orina permanecerá menos tiempo almacenada y será menos probable que se solidifiquen los desechos.
• Alimentación. Una dieta equilibrada es muy importante. Cualquier exceso de minerales producirá una mayor presencia de los mismo en la orina.
• Ingesta de agua. Si el perro bebe poca agua, la orina lleva muchos desechos y ante esta concentración es más fácil que se generen cristales.

El veterinario realizará una analítica de orina para detectar los cristales. 

El tratamiento dependerá de los minerales que formen los cristales. Pueden ser:

• Fosfatos
• Magnesio
• Cistina
• Calcio
• Urato
• Silicato

Trataremos de eliminar los cristales de forma que no se formen piedras y en un segundo paso trataremos de eliminar la alta concentración de minerales en la orina.

Para eliminar los cristales será necesario incrementar la ingesta de agua, la micción del perro y en algunos casos medicamentos. Y para reducir la concentración de minerales tendremos que modificar la dieta y equilibrar el pH de la orina.