La hospitalización será necesaria si su perro no puede respirar correctamente. El can podrá ser anestesiado para que no luche contra las restricciones físicas que le causa el colapso. La medicación incluye una combinación de antiinflamatorios, antitusígenos (para tratar la tos seca) y broncodilatadores.
Si el perro muestra problemas en la respiración como consecuencia del estrechamiento de la tráquea, será necesario aplicar oxigenoterapia.
La cirugía será indicada en caso de que la obstrucción sea un problema grave. Se emplean anillos o stents dependiendo la localización, el grado, la longitud y el diámetro del colapso.
Tendrá que limitar el ejercicio y controlar el sobrepeso si existe. Coordine junto a su veterinario un programa de pérdida de peso que se adapte a la edad, raza y estado de salud del perro. Evite el uso de collar o correa, ya que ejerce presión indebida en el área de la garganta. Como sustituto, emplee un arnés.