Coccidia en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La coccidiosis es una enfermedad intestinal provocada por unos parásitos unicelulares llamados coccidios. Estos parásitos invaden el intestino delgado, causando lesiones que provocan vómitos y diarrea aguda o incluso crónica. 

Los huevos de coccidios se encuentran en las heces de los animales infectados. Los gatitos pueden ingerir heces de otros gatos de manera accidental. Entonces, los parásitos se instalan en el intestino delgado y empiezan a multiplicarse, ademas de dañar las células intestinales. 

Por lo tanto, es fundamental que el veterinario examine al gatito cuanto antes, porque, además, el sistema inmunitario de un gato joven no está totalmente desarrollado y no puede crear las defensas necesarias.

Síntomas

El principal síntoma de una infección coccidial es una diarrea acuosa y mucosa. La diarrea con sangre y la incapacidad de controlar la defecación se harán evidentes a medida que la infección progrese, y su gato puede debilitarse y tener fiebre, con los consiguientes vómitos y pérdida de peso. La deshidratación es una preocupación grave, debido a la diarrea y los vómitos, y puede conducir rápidamente a graves complicaciones en los órganos. El sistema nervioso también puede verse afectado, con temblores y confusión.

Tipos de Coccidium que infectan a los gatos:

  • Isospora felis; Isospora rivolta
  • Sarcocystis
  • Toxoplasma gondii (obsérvese que esta infección coccidial tiene propiedades zoonóticas)
  • Hepatozoon – transmitido por la ingestión de la "garrapata del perro marrón"
Causas

Los cambios climáticos, el estrés de los viajes y sobre todo estar en lugares con acumulación de animales en condiciones de hacinamiento son las causas más comunes.

Diagnóstico

El parásito coccidium puede ser detectado a través del análisis de una muestra fecal utilizando un microscopio.

Tratamiento

Para evitar la aparición de este parásito es mejor tomar ciertas medidas preventivas, como mantener a los animales infectados separados, facilitar agua limpia de los animales de manera regular y desinfectar los comederos y las camas. 

Otra buena medida es analizar las heces de una gata embarazada para comprobar que no es portadora de la infección. Esto protegerá a los gatitos recién nacidos. 

Existen tratamientos con productos coccidiocidas como antibióticos sulfamidas, protectores de la mucosa intestinal y probióticos que estimulen la inmunidad del intestino. 

Será necesario administrar la medicación siguiendo las instrucciones del veterinario. Si el gatito no mejora, consulte con rapidez al veterinario para estar seguro de que no existe una enfermedad subyacente más grave.