Soplo cardíaco, se oyen crujidos al escuchar los pulmones, suena el corazón amortiguado, duros sonidos al inhalar, tos, respiración dificultosa, debilidad y hasta parálisis posterior. Los miembros pueden presentar cianosis, palidez, dolor, hinchazón, debilidad o paralisis por carecer de un pulso fuerte.

Tal como decíamos, el que la sangre transporte poco oxígeno puede estar causado por enfermedades pulmonares o cardíacas pero también por disfunciones del sistema neuromusculoesquelético o por deficiencias de enzimas que afecten al correcto funcionamiento de los glóbulos rojos.

Primero el veterinario realizará un análisis de sangre para medir los niveles de oxígeno en sangre. Este dato determinará la urgencia en el tratamiento ya que si fueran muy bajos habrá que ingresar al perro en la UCI para estabilizarlo e ir buscando en paralelo las causas. 

Para averiguar las causas subyacentes, el veterinario realizará análisis de sangre y de orina. También utilizará pruebas de imagen para detectar posibles anormalidades en los órganos relacionados con la oxigenación de la sangre. 

Lo más probable es que tengamos que aplicar una terapia de oxígeno para estabilizar al perro en un primer momento. Después el tratamiento dependerá de la causa subyacente. Es probable que tengamos que reducir el ejercicio y modificar la dieta del perro.