El tratamiento recomendado dependerá del crecimiento del tumor. Si fuera pequeño, probablemente sea suficiente la criocirugía (eliminar el bulto bucal por congelación). En este caso, no requeriría ni hospitalización.
En casos en que el bulto hubiese crecido, entonces sí necesitaremos hospitalización y cirugía para eliminar el bulto llegando en muchas ocasiones a tener que eliminar parte del hueso maxilar. En estos casos el veterinario recetará analgésicos para reducir el dolor.
Si el tumor estuviese diseminado o hubiese provocado metástasis y no pudiera extirparse, entonces se tratará con radioterapia y/o quimioterapia. En ocasiones la radioterapia y la quimioterapia también se aplican en paralelo a la operación quirúrgica de extirpación para mejorar los resultados. En el caso que no se haya podido extirpar el tumor, la radio y la quimio normalmente sólo sirven para controlar el tumor y alargar la vida del gato pero no lo eliminan.
Una vez atacado el tumor, será necesario modificar la dieta y utilizar dietas blandas y seguir con analgésicos para reducir el dolor.