Cáncer de piel de células escamosas en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

En la epidermis encontramos varias capas. El epitelio escamoso es la capa más externa y está formado por células escamosas. El cáncer de células escamosas se origina en el epitelio.

Se caracteriza por la presencia de una masa blanca que después se ulcerará, necrosará y puede sangrar con el tiempo. Los carcinomas suelen ser malignos y muy invasivos y por ello conviene actuar cuánto antes. Ante la primera sospecha es recomendable acudir al veterinario.

Los gatos más propensos a desarrollar este tipo de cáncer son aquellos con mayor exposición al sol y que viven en zonas de mayor altitud. También afecta más a los gatos de pieles claras y pelo corto.

Síntomas

Los más usuales son:

  • Una costra o una llaga sangrante en la piel que no desaparece con antibióticos o cremas.
  • Llagas que no se curan durante varios meses
  • Ulceras
  • Piel que cambia de color y desarrolla una úlcera en el centro
  • El pelo en la llaga se cae fácilmente
  • Material seco y crujiente en el pelo cerca de la llaga


Las ubicaciones más comunes son la parte frontal de la nariz (plano nasal), los párpados, los labios y las puntas de las orejas.

Causas

Sobreexposición a la luz solar y a los rayos ultravioletas.

Diagnóstico

El veterinario preguntará por los hábitos del gato y los síntomas detectados. 

El veterinario realizará una exploración física con especial atención a los problemas de piel. También mirará los nódulos linfáticos para ver si están agrandados porque podría significar que el cuerpo está luchando contra cuerpos extraños.

Si sospechara del cáncer, el veterinario analizará el líquido linfático por si se detectará células cancerígenas que implicaría que hay metástasis.

El veterinario también utilizará los rayos X para inspeccionar el alcance del tumor y los órganos si ha habido metástasis.

Para conocer el tipo de tumor lo mejor sería realizar una biopsia.

Tratamiento

El tratamiento dependerá del tipo de tumor y de la expansión

Para que el tratamiento fuera lo menos invasivo debería detectarse antes de que la lesión se vuelva cancerosa. En este caso probablemente bastaría con una medicación tópica. Si la lesión y el tumor fuera pequeño, trataríamos de eliminarlo con criocirugía (congelación), fotodinámica o quirúrgicamente.

Si la zona afectada fuera amplia pero operable, recurriríamos a la cirugía y después se realizaría un injerto. Si la zona ya no fuera operable, el veterinario recetará quimio o radioterapia.

Durante el tratamiento probablemente el veterinario tenga que recetar medicamentos para calmar el dolor. El gato debería recuperarse en un sitio tranquilo y el ejercicio debería estar limitado. También es necesario controlar la ingesta de comida y agua durante el tratamiento porque el gato podría dejar de comer o beber y debería evitarse la deshidratación o desnutrición.

Es una enfermedad complicada y lo mejor es la prevención. Habría que limitar las horas de exposición al sol, evitar las horas centrales del día y utilizar cremas solares.