Cáncer de hueso en perros (hemangiosarcoma)
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Malo

El hemangiosarcoma es un tumor de rápida propagación de las células endoteliales que se forman para cubrir la superficie interna de los vasos sanguíneos. Afectan a los huesos y comprometen la integridad de los mismos, resultando en una pérdida de fuerza que conduce a fracturas óseas. Este tipo de cáncer afecta comúnmente a las extremidades, pero también puede afectar a otros huesos, generalmente en perros mayores.

Síntomas

Cojera, masa palpable, hinchazón en el sitio afectado, fracturas recurrentes, letargo, pérdida de peso, pérdida de apetito, membranas mucosas pálidas (es decir, fosas nasales, labios, oídos o genitales) y anemia debido a la pérdida de sangre por la ruptura del tumor.

Causas

La causa exacta del hemangiosarcoma del hueso aún se desconoce.

Diagnóstico

El veterinario primero preguntará por el historial médico del perro y por los síntomas detectados. A continuación solicitará pruebas analíticas para conocer el estado general de salud: un perfil completo de sangre, un perfil químico de sangre, un hemograma completo y un análisis de orina. 

Las pruebas de imagen serán clave para detectar el tumor y la posible metástasis a otros órganos como el bazo o el hígado. Los estudios radiográficos y las tomografías computarizadas permitirán conocer la extensión de la afectación ósea.

Finalmente, para un diagnóstico definitivo, lo más efectivo es la biopsia de una muestra de tejido tumoral.


Tratamiento

La cirugía es el mejor método para tratar este tumor. En algunos casos, si el tumor afecta una extremidad, lo mejor es amputarla. La quimioterapia junto con la cirugía es el método recomendado para un tumor axial, que afecta el área de la cabeza o el tronco.  

A partir del primer mes del tratamiento se evaluará el progreso de la mascota mediante radiografías del tórax, corazón y abdomen para verificar la recurrencia y progreso. Los medicamentos de quimioterapia en la mayoría de los casos tienen efectos secundarios tóxicos por lo que debe controlarse las dosis según sea necesario. 

Si el can experimenta dolor, se pueden administrar analgésicos siguiendo cuidadosamente las instrucciones del veterinario. Es conveniente que el perro descanse en un sitio tranquilo durante la recuperación.

Cada perro es diferente pero el pronóstico en todos los casos es negativo. Menos del diez por ciento sobrevivirá por un año después de la cirugía.