Cáncer de hueso (Condrosarcoma) en gatos
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Malo

El condrosarcoma de hueso es una forma de cáncer agresivo y maligno que si no se detecta a tiempo resulta mortal. Se origina en el cartílago, tejido conjuntivo que se encuentra entre los huesos y las articulaciones. Esta forma de cáncer a menudo metastatiza a otras partes del cuerpo, incluidas las costillas. 

La mayoría de los condrosarcomas involucran huesos planos (30% en la cavidad nasal y 20% de las costillas). También afecta a las extremidades, causando debilitamiento de la estructura del hueso por lo que las fracturas del hueso son comunes en estos casos. Los gatos de edad avanzada tienen más riesgos de padecer condrosarcoma.

Síntomas
  • Cojera si el tumor está afectando la pierna
  • Dolor en la zona afectada
  • Hinchazón en el sitio del tumor
  • Fracturas anomales del hueso afectado

Y si el tumor afectara a la cavidad nasal, el gato experimentará problemas para respirar, secreción nasal, sangrado nasal y estornudos.



Causas

Aunque no se ha identificado una causa exacta, múltiples protuberancias o crecimientos cartilaginosos pueden conducir a esta forma de cáncer.

Diagnóstico

El veterinario realizará un examen físico completo al igual que un perfil bioquímico, hemograma completo y análisis de orina. También, analizará muestras de tejido de los ganglios linfáticos locales para buscar células cancerosas. 

Además, las radiografías suelen ser útiles para diagnosticar la etapa y tipo de tumor y las gammagrafías óseas pueden mostrar la participación de los tejidos blandos y huesos subyacentes. La biopsia acaba siendo la prueba concluyente que permite también enfocar de forma correcta el tratamiento más adecuado.

Tratamiento

Por su agresividad, requiere de acciones inmediatas. Es posible que se le recomiende la amputación de la extremidad afectada si no hay metástasis del tumor. Para los tumores nasales, la radioterapia es normalmente el tratamiento elegido. Si el tumor afecta las costillas, el veterinario puede extirpar las costillas afectadas y los tejidos pulmonares cercanos a través de una escisión amplia para prevenir metástasis.  

Después de la cirugía, hay que limitar la actividad del gato apartándolo a un lugar tranquilo donde pueda descansar. Si fuera necesario también se podría considerar el reposo en jaula. El veterinario puede recetar analgésicos para controlar el dolor pero conviene seguir correctamente las instrucciones porque una sobredosis podría causar la muerte del animal. 

El veterinario querrá realizar un seguimiento del tratamiento para ajustar la medicación y controlar posibles procesos de metástasis.