Bradicardia sinusal en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La bradicardia sinusal es una afección donde la frecuencia de los impulsos eléctricos son más lentos en el nódulo sinusal o nodo sinoauricular. La bradicardia es una arritmia responsable de síncopes o intolerancia al esfuerzo.

En la mayoría de los casos, la bradicardia sinusal es benigna no obstante, también puede causar pérdida del conocimiento si es provocada por una enfermedad subyacente que interrumpe los nervios autónomos cardíacos. Este trastorno es común en perros jóvenes, sobre todo en  Cocker spaniels, perros salchichas, Pugs, West Highland White terriers y hembras de Schnauzers miniaturas. La incidencia de la bradicardia sinusal disminuye con la edad, a menos que sea ocasionada por una enfermedad subyacente. 

Síntomas

Letargo, debilidad, convulsiones, intolerancia al ejercicio, pérdida de consciencia y episodios de descoordinación muscular. También puede presentar respiración excesivamente lenta e insuficiencia cardíaca. Si el perro es muy activo podría no presentar ningún síntoma.

Causas

Entre las causas que pueden llevar al desarrollo de la bradicardia sinusal están la hipotermia, la intubación, la sobresedación, el acondicionamiento atlético, las enfermedades respiratorias, los trastornos neurológicos y los gastrointestinales.

Diagnóstico

Tras describir el historial médico de tu mascota, el veterinario realizará un examen físico completo acompañado de un perfil sanguíneo químico, un hemograma completo y análisis de orina. Los resultados de las pruebas estándar podrán revelar la presencia de sustancias o deficiencias en la sangre que estén afectando la frecuencia cardíaca normal. Del mismo modo, los análisis pueden señalar una insuficiencia renal si existieran causas subyacentes. 

El veterinario podrá monitorear las corrientes eléctricas en los músculos del corazón mediante un electrocardiograma para determinar si el corazón tiene la capacidad de latir correctamente. Asimismo, podrá hacer uso de rayos X y ultrasonidos con el fin de examinar visualmente los órganos internos en busaca de anomalías. 

Tratamiento

Los enfoques terapéuticos varían según la causa de la enfermedad. Hay perros que no tienen ningún problema con una frecuencia cardíaca de 40 o 50 latidos por minuto y no presentan síntomas y por lo tanto no requieren de tratamiento. En cambio, otros pueden tener que ser hospitalizados en una situación grave en la que requieran de una terapia de líquidos intravenosos para estabilizar la situación.

Las restricciones en la actividad no serán recomendadas a menos que el perro padezca de bradicardia sinusal debido a una enfermedad cardíaca estructural. En estos casos, lo más recomendable sería una intervención médica y/ o quirúrgica. El veterinario podría considerar que la mejor opción fuese colocar un marcapasos.

El pronóstico general a largo plazo dependerá de la enfermedad subyacente, si existe una. Si el perro fuese sometido a cirugía, lo recomendable sería que guardara reposo durante su recuperación. El veterinario querrá realizar seguimientos adicionales según el diagnóstico final.