- Pérdida de peso y de apetito
- Vómitos
- Dolor abdominal
- Masa abdominal
- Orina de color rojo a marrón
- Encías pálidas
- Aumento de la frecuencia cardíaca
El bazo forma parte del sistema linfático y su misión es mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo y combatir las infecciones. Es un reservorio para los glóbulos blancos y también filtra la sangre y destruye las células dañadas.
La torsión del bazo puede darse en gatos por sí sola o en conjunción con el síndrome de dilatación gástrica-volvulo (GDV) que es cuando el estómago del gato se llena de aire, se expande y se tuerce sobre sí mismo.
La torsión del bazo se da pocas veces y suele afectar a gatos de pecho grande. La torsión puede darse repentinamente o gradualmente.
En principio existe una predisposición genética aunque existen factores de riesgo para la dilatación gástrica previa y el vólvulo (GDV) como el exceso de ejercicio, la ansiedad, el nerviosismo o los vómitos.
El veterinario primero realizará una exploración física pero paralelamente pedirá un perfil químico de la sangre, un hemograma completo, un análisis de orina y un panel de electrolitos. También preguntará por el inicio de los síntomas y posibles incidentes en esa época.
Es muy útil hacer unas placas del abdomen. Con los rayos X se puede detectar una masa o un bazo ubicado de forma anormal. También puede ser interesante hacer un electrocardiograma porque el bloqueo del flujo normal puede causar arritmias en el corazón.
Si el gato presenta GDV se requerirá una intervención quirúrgica urgente para sacar el bazo. En la intervención, el veterinario también fijará el estómago para evitar que vuelva a repetirse la dilatación gástrica y el vólvulo. El bazo se examinará en el laboratorio para descartar problemas asociados. Se aplicará terapia de fluidos, tratamiento médico y se controlará el funcionamiento cardiovascular después de la operación.
Si se extirpa el bazo, se debilitará el sistema inmune del gato y habitualmente el médico tratará de reforzarlo con medicación para evitar que el gato enferme más de lo normal.
El post operatorio es delicado y requerirá de un seguimiento veterinario para controlar la mejora del gato y que la cicatriz cierre bien.