Los gatos con una leve insuficiencia tricúspide o estenosis suelen ser asintomáticos.

La insuficiencia moderada, o estenosis, se mostrará a menudo como una intolerancia al ejercicio

La insuficiencia grave, o estenosis, conducirá a una insuficiencia cardíaca congestiva (CHF), con líquido en el pecho o el abdomen (también se puede observar hinchazón en el abdomen o el pecho)

Puede haber algo de fatiga o mareos asociados con esta condición, debido al aumento de la presión sobre el corazón para funcionar

Es hereditario.

El dueño del gato debe facilitar al veterinario un historial completo y detallado de todos los síntomas o anomalías que detecte. Hay que procurar ser muy específico, los detalles son importantes para realizar una evaluación correcta y eficaz. 

Por su parte, el veterinario realizará un análisis exhaustivo al animal que incluya análisis bioquímico, de orina y hemograma completo. Se le realizarán además radiografías del pecho buscando que, efectivamente, la aurícula y el ventrículo derecho están ampliados. El riñón también debería tener un agrandamiento anormal. 

Mediante un ecocardiograma se mostrará una imagen en ultrasonidos del movimiento del corazón y las estructuras que lo rodean. Para el diagnóstico definitivo, será preciso realizar al gato un electrocardiograma que mida la presión sobre el corazón de nuestro amigo. 

En algunos casos puede utilizarse la cirugía para reemplazar la válvula tricúspide. El veterinario determinará si es una opción válida. En cualquier caso, se pueden utilizar tratamientos paliativos. Si la insuficiencia es en el lado derecho, deberá reducirse el consumo de alimentos que contengan sodio. 

El plan de medicación, comidas y actividad del gato debe ser establecido y monitorizado cuidadosamente por el veterinario. Todas estas medidas irán encaminadas a fortalecer el corazón del gato.