Pérdida de peso, fatiga, letargo, depresión, debilidad, apatía, intolerancia al frío, cambios de comportamiento repentinos, respiración acelerada, ritmo cardíaco acelerado, síncope (desmayo) y convulsiones.
La anemia por enfermedad renal crónica se produce cuando los riñones no son capaces de producir suficiente eritropoyetina (EPO). La EPO es una hormona glicoproteica que se produce en los riñones y que necesita la médula ósea para producir los glóbulos rojos.
Si los riñones no producen suficiente EPO, entonces la médula ósea tampoco puede producir suficientes glóbulos rojos y da pie a la anemia por insuficiencia renal crónica.
Pérdida de peso, fatiga, letargo, depresión, debilidad, apatía, intolerancia al frío, cambios de comportamiento repentinos, respiración acelerada, ritmo cardíaco acelerado, síncope (desmayo) y convulsiones.
La enfermedad puede ser de nacimiento o adquirida básicamente por infecciones, tumores, falta de hierro o pérdida de sangre en el aparato digestivo.
El veterinario si sospecha que el perro puede tener la enfermedad realizará un análisis de sangre y de orina. Con el análisis de sangre podrá averiguar si el volumen de EPO es o no normal. Además, también podrá averiguar el grado de anemia que sufre el perro y la urgencia que requiere el tratamiento.
También realizará radiografías y ecografías para detectar anomalías en los riñones que ayuden a afinar el tratamiento.
En el tratamiento hay que reestablecer los parámetros normales de EPO y de glóbulos rojos. En casos graves, será aconsejable una transfusión de sangre.
Si se detecta que el problema surge por una falta de hierro, el veterinario recetará también suplementos de hierro para reestablecer los parámetros normales.
Será necesario un seguimiento del tratamiento porque el veterinario deberá ir ajustando las dosis de los fármacos recetados y controlando los efectos secundarios.
El pronóstico depende de la causa subyacente que haya llevado a la anemia por enfermedad renal aunque por desgracia normalmente es malo.