Agresión entre gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno
Síntomas

Cuando el gato se presenta a sus otras mascotas, el comportamiento más típico es la agresión activa: el gato residente va tras el intruso, mordiendo, silbando y arañando. Algunos gatos son muy confiados y no se echarán atrás, sin importar el tamaño del otro gato. Además, los gatos muy confiados a menudo usan la agresión pasiva. En este caso, una mirada fija y una bajada de la cabeza es todo lo que se requiere para someter al otro gato.

Síntomas y tipos

Agresión abierta

La agresión abierta es cualquier comportamiento hostil que sea obvio. El signo más claro de agresión es atacar y pelear, pero antes de eso hay otros signos que pueden ser observados; claros indicios de que va a haber problemas. Si te das cuenta de este comportamiento, puedes estar seguro de que sin intervención, va a haber una pelea.

El comportamiento típico del agresor incluye mirar fijamente al otro gato, silbar y golpear al otro gato, levantando su espalda y erizando (los pelos eréctiles de la espalda están levantados), y golpeando su cola de un lado a otro. También se mostrarán reacciones físicas involuntarias a la agresión. Las orejas se aplanan contra la cabeza y los ojos se dilatan. El agresor marcará áreas del hogar para establecer su dominio, ya sea usando las glándulas de olor bajo su barbilla, o orinando.

Agresión encubierta

La agresión encubierta es menos evidente. El agresor utilizará diferentes métodos para mantener a su rival alejado de recursos como la comida y el agua, la caja de arena y las zonas de descanso. La atención humana también será una oportunidad para que el gato agresor muestre su dominio, ya que bloqueará al otro gato para que no reciba atención o incluso se acerque a la gente. Las áreas favoritas del gato víctima pueden ser marcadas por el agresor, haciendo que la víctima evite esas áreas. La víctima orinará y defecará en otros lugares de la casa si se mantiene alejado de la caja de arena.