Adenitis sebácea: enfermedad inflamatoria de la piel en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La adenitis sebácea es una enfermedad inflamatoria rara que afecta a las glándulas de la piel de gatos jóvenes y de mediana edad. La adenitis sebácea está causada por la destrucción de las glándulas sebáceas. Las glándulas sebáceas se encargan de producir el sebo que es una grasa que lubrica y protege el manto del gato.


Síntomas

Hay dos tipos principales de adenitis sebácea. Un tipo se da en gatos de pelo corto y otro en los de pelo largo.

  • Los signos y síntomas de la adenitis sebácea en las razas de pelo largo incluyen la alopecia, el pelo quebradizo o grueso, escamas blancas en la piel, lesiones de piel, piel seca, mal olor, infección bacteriana de los folículos pilosos y el excesivo rascado.
  • Entre las razas de pelo corto, los signos más comunes son la alopecia, la piel seca y la aparición de escamas.
Causas

Se desconoce aún las causas exactas de la adenitis sebácea.

Diagnóstico

El veterinario tendrá que descartar otras enfermedades con síntomas similares como la seborrea primaria, la demodicosis, la dermatofitosis y enfermedades endocrinas.

Los procedimientos de diagnóstico utilizados incluyen raspado de la piel y pruebas de función endocrina. Las pruebas patológicas pueden revelar reacciones inflamatorias de las glándulas sebáceas, las glándulas grasas que se encuentran en los folículos capilares, que proporcionan aceite al cabello y la piel. Una biopsia serviría para confirmar el diagnóstico porque el veterinario podría confirmar la inflamación y destrucción de las glándulas sebáceas.

Tratamiento

No existe cura para la enfermedad pero el veterinario se enfocará en minimizar los síntomas. El tratamiento dependerá de la etapa de la enfermedad y si el gato es de pelo largo o pelo corto. El veterinario podrá recomendar cepillar ligeramente para eliminar la descamación, medicamentos inmunosupresores o antibióticos, mezcla de aceites y soluciones a base de agua para ayudar a eliminar las escamas e hidratar la piel, productos antibacterianos y masajes con aceites para estimular el desprendimiento de escamas. 

La dieta también es importante y se recetará una alimentación de calidad y posiblemente suplementos de Omega3. Es posible que antes de hallar el tratamiento ideal, deba probar con otros tipos de tratamientos.