Abdomen dolorido en gatos: peritonitis
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La peritonitis es la inflamación del peritoneo (membrana que recubre las paredes abdominales) que produce dolores abdominales agudos. Esta inflamación provoca que los líquidos se desplacen hacia la cavidad peritoneal y provoca deshidratación y desequilibrios electrolíticos.

Síntomas
  • Abdomen hinchado
  • Postura anormal para proteger el abdomen
  • Lloros
  • Respiración pesada
  • Letargo
  • Temblores
  • Diarrea
  • Puede tener vómitos si el estómago o los intestinos están involucrados.
  • Fiebre
Causas

Destacamos las más importantes:

  • Cáncer
  • Cálculos biliares
  • Pancreatitis (inflamación del páncreas)
  • Estenosis (estrechamiento de los conductos de la vesícula biliar)
  • Traumatismo en la zona del abdomen
  • Contaminación bacteriana o química
  • Heridas abdominales penetrantes
  • Abscesos hepáticos 
  • Quistes prostáticos:  hinchazón inflamada con pus de la glándula prostática
  • Ruptura de la vejiga urinaria o el conducto biliar
Diagnóstico

Es muy importante el historial que pueda facilitar al veterinario y la exploración física del animal. Normalmente el veterinario realizará un análisis de sangre para detectar posibles infecciones. También será importante utilizar los rayos x o los ultrasonidos para sacar una imagen del interior del abdomen y visualizar la fuente de perturbación.

En caso de que el gato tuviera el abdomen hinchado, el veterinario puede realizar una punción para extraer líquido y enviarlo al laboratorio para su análisis.

Tratamiento

Suelen recetarse analgésicos para aliviar el dolor y también medicamentos para proteger el estómago y reducir los ácidos estomacales. Si estuviera causado por alguna infección bacteriana el veterinario también recetará antibióticos.

En casos graves será necesaria una terapia de fluidos para evitar la deshidración y reestablecer el equilibrio electrolítico. Según cuál fuera la causa, también podría ser necesaria la cirugía.

La peritonitis suele ser un indicador de una enfermedad subyacente más grave que podría requerir una hospitalización inmediata.  Si se detecta una enfermedad cardíaca subyacente, la dieta deberá ser baja en sodio.  Si el gato necesita apoyo nutricional, se puede colocar un tubo de alimentación directamente en el tracto digestivo, o las tomas se pueden administrar por inyección. 

Después de la cirugía o de un trauma en el abdomen, el gato necesita descansar en un lugar tranquilo y seguro. La dieta no debe generar estrés en el abdomen. Dicha dieta deberá ser aprobada por el veterinario que será quien determine si la dieta es para un tiempo parcial o para toda la vida del gato.